Las presuntas ciencias y usos derivados de la estadística, como el marketing, dominan el mundo actual. Son ciencias absurdas que se basan en el principio de que: Si tú te has comido un pollo y yo ninguno, y un encuestador nos pregunta si hemos comido pollo, concluye que nos hemos comido medio pollo cada uno. Es una ciencia totalitaria que niega los gustos y creencias individuales para tratarnos como piezas intercambiables de un todo. Su mecanismo de actuación es preguntar el comportamiento a unos pocos individuos y concluir que es lo que piensan TODOS los individuos. El permanente fracaso de sus conclusiones electorales, no le quita un ápice de poder a sus peregrinas conclusiones. El hecho es que todo el negocio de la comunicación y el espectáculo viven de esas erráticas conclusiones del marketing (los mejicanos, con muy bien criterio, lo llaman mercadeo). Como el marketing de las audiencias determina sus tarifas, sus anuncantes y sus ingresos, los medios de comunicación se cuidan muy bien de enmascarar sus errores y manipular sus resultados.
El grado de manipulación es tal que TODAS LAS NOTICIAS BASADAS EN RESULTADOS ESTADÍSTICOS SON MENTIRA, así como los anuncios publicitarios que las utlizan. Nunca, en ningún caso, en 30 años de profesión he visto un sólo titular que diga: el X por ciento de las X personas estudiadas en X poblaciones opinan, dicen, sienten, piensan, creen... Y si no lo especifican, todo lo que concluyen es simplemente mentira. Dicen, por ejemplo: "El 40% de los españoles votará PP" . La verdad es que el 40% de las 1000 personas entrevistadas dicen que votarán al PP. Eso lo han dicho 1000, a los otros 44.000.900 españoles nadie les ha preguntado nada. Por tanto, toda la información y las opiniones derivadas se basan en una mentira ¡y gorda!
Todo el negocio televisivo en España descansa en 4.500 hogares que tienen un audímetro.4.500 de los más de 16 millones de hogares que hay en nuestro país. Viendo lo que ven en esos pocos hogares concluyen, por ejemplo, que el programa menos visto en la noche del viernes fue uno de los más grandes acontecimientos culturales que me ha sido dado ver en televisión:
EL CONCIERTO HOMENAJE A PLÁCIDO DOMINGO POR SU SETENTA ANIVERSARIO.
Media Europa retransmitió este concierto producido a medias por RTVE y la BBC inglesa, pero sólo 615.000 españoles lo vieron, según el marketing de audiencias, porque de los 19 millones de personas que estaban viendo la televisión la mayoría (3 millones) preferían ver los programas de cotilleo de Antena 3 y Telecinco. Y, aún así, Plácido estaba tan emocionado al final...
Ahora que está en el paro... o jubilado, que edad tiene para ello, Iñaki Gabilondo vivió el momento cumbre de su carrera profesional: Pisar el escenario del Real y dirigirse a su público. Quienes le conocen saben que la música clásica es su íntima pasión, que en su casa, se encierra con sus discos de música clásica y una batuta para dirigir su orquesta imaginaria.
Mucho antes de que se inventara la chorrada del "airguitar", Iñaki ha practicado en su casa el "airdirecting orquestal". El periodista aclamado, antes de tenérselo tan creído, se consideraba un fracasado que no había logrado su vocación: ser director de orquesta.
Si algún lector de este blog, que lo dudo, se perdió este homenaje, me gustaría compartir con el este magnífico momento protagonizado por el hispano-uruguayo de nombre imposible, Erwin Schrott, interpretando "Madamina" del Don Giovanni de Mozart
Me hubiera gustado incluir el video de la fanfarria PLA-CI-DO que le regaló el célebre compositor Tan Dun (hasta en la música clásica los chinos copan el liderazgo mundial) para que vieran lo mal y lo divertido que se lo pasan en una orquesta sinfónica con una pieza tan original y hermosa.
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