domingo, 18 de diciembre de 2011

RECREARSE A LA ESPAÑOLA

Cuando eres creativo y te quedas sin crear para los demás, te creas a ti mismo. Dicho de otro modo: si la vida que llevas no te gusta, cámbiala.
Y en eso estamos... con el apoyo del INEM, La Comunidad de Madrid y AMANCA 2010.
Quien ha supervivido al terror del folio en blanco, aprenderá a sobrevivir ante el terror de la porcelana vacía... digo yo.
Una mañana, liamos el petate, y nos enfrentamos a una cocina limpia y silenciosa.
Éramos quince, solo quince seres humano ilusionados por construirse un nuevo futuro. Las ilusiones, las esperanzas, la vida de esas quince personas, de esos quince parados que no se querían estar quietos, se congregaban en torno a Oscar, el profesor, y su primera víctima... un pobre pollo solitario.

En un año, obtendremos el Certificado Europeo de Cocineros, nivel II. En un  año, seremos protagonistas activos de la única actividad empresarial española con prestigio en el mundo, además de dar patadas a un balón en calzoncillos. Seremos parte de la Cocina Española, así con mayúsculas. Nosotros contamos con la enorme suerte que nuestra escuela se apoya, literalmente, estamos en el piso de arriba, en uno de los restaurantes mejor valorados por su tortilla de patata, sus bogavante con rape y sus carnes rojas: El Restaurante la Española en Pozuelo de Alarcón (Comunidad de Madrid - España).

 Con ello, no sólo aprendemos nutrición, higiene alimentaria, gestión de proveedores y demás teorías. Con ello, vemos a diario todo lo que se oculta tras la fachada de un restaurante de éxito.

Aprendemos, desde la experiencia, como se gestiona, se compra, se cocina y se sirve en un restaurante con prestigio, como se convierte un negocio en un lugar donde se va a disfrutar de la familia y la amistad.
 
Con estos mimbres, a quién le puede extrañar que nuestra primera práctica fuera un éxito. Un cocktail sencillo de 12 bocados distintos, que combinaba el mejor jamón extremeño, con quesos en exquisitas presentaciones, pimientos con ventresca, tortilla (en la española, por supuesto), salpicón, salmón, caviar y un chupito de Vichyssoise... entre otros.


La emoción del primer "pase" fue una pasada... ¡A la española!