martes, 29 de marzo de 2016

MARTES (29-03-2016) El periodismo que necesito


Todos los días leo un periódico de papel, visito prensa digital, veo un telediario y escucho un fragmento de programa radiofónico. Todos los días insisto en la esperanza de estar informado. Digo bien, estar informado y esperanza, porque ningún día consigo estarlo.
Llego a creer que mi seguimiento de los "medios" solo pretende alimentar mi cabreo, un estado de enfermedad mental que encuentra placer en estar indignado. Al término de un HORA XXV, el archifamoso José María García reflexionaba sobre la audiencia que le seguía fiel a tan intempestivas horas de la noche. La mitad de la audiencia, decía, me sigue porque está indignada con las personas e instituciones que critico; la otra mitad lo hacen para indignarse conmigo por lo que digo o como lo digo. Aquellos millones de oyentes, alimentaban su indignación, confrontaban lo que oían con lo que les gustaría oír, quemaban adrenalina y... se dormían plácidamente. Al día siguiente, a la hora del café o del bocadillo, tendrían algo que decir, algo por lo que protestar, algo por lo que discutir, algo con lo que sentirse más listo que los demás.
José María García se hizo muy rico matando el aburrido periodismo deportivo y dando paso al propagandismo mediático.
Hoy asistimos a la muerte de la prensa escrita (y no es porque otro diario, el Independent, haya cambiado los kioscos por las pantallas). Hoy, en España, no hay ni un solo periódico que dé información a sus lectores. En España, no hay hoy un solo periódico de tirada nacional que dé pura y simplemente noticia de lo que pasa. Todos y cada uno se declaran y trabajan como propagandistas de una u otra ideología en función del negocio que puedan hacer de ello.
-Hoy, el periódico que fundó un falangista, que nunca abjuró de serlo, y tuvo a un falangista como primer director es el preclaro valedor del PSOE y de los presuntos progresistas políticamente correctos.
-Hoy, el periódico que fundó uno que se creía la reencarnación de Howard Hughes con el dinero de Berlusconi es el pomposo promotor de la tercera república y el odiador oficial de la familia real española, que publica con total descaro mentiras a toda página (las falsas vacaciones de Semana Santa de la Infanta Elena en Vietnam) y se ofende porque la Reina diga de él que es una mierda.
-Hoy el periódico monárquico y católico sigue fiel a sus principios, ahora en manos vascas que tocan todos los palos de la comunicación, radio y televisión incluidas.
-Hoy, la derecha más clásica hace propaganda con el diario propiedad del grupo editorial catalán que compró una televisión para dar cancha al izquierdismo más exasperado, la pela es la pela.
Podría seguir, pero me aburro. Ninguno, insisto ninguno de ellos, es capaz de contar nada sin adjetivos, sin valoraciones, sin opiniones. Ninguno de ellos hace periodismo. ¿Y aún  se preguntan por qué no les compran? ¿Aún se preguntan porque el número de lectores del conjunto de la prensa española resulta ridículo para un país desarrollado y culto?
Quiero un periódico, necesito un periódico, tengo que ir al baño...
Me llevaré un tebeo...

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