lunes, 21 de enero de 2013

¡EL BONITO EN LA ALACENA!

Belén, dirige con encanto, simpatía y profesionalidad  "Alacena de Sabores", una escuela de cocina en Villanueva de la Cañada (C. de Madrid, España). Es un lugar de encuentro y culto para aficionados a la buena mesa y la cocina de alto nivel sin salir de casa. Ha sido todo un honor y una experiencia inolvidable, poder desarrollar una clase dedicada a explorar las múltiples posibilidades de sabores y modos de cocinar que ofrece el BONITO.

 oleo de Pilar Canduela

Se trataba de probar distintas formas de preparación. No se podía olvidar por tanto una forma tradicional muy ligada a la gastronomía más típica de Madrid: LA ENSALADA MADRILEÑA  que presentamos sobre una base de arroz blanco. la receta se basa en el bonito enlatado EN ESCABECHE que se acompaña de lechuga y huevo duro, y se adorna con rodajas de remolacha y una vinagreta sencilla al eneldo.

A continuación, un clásico imprescindible en la tartera de la madre para un hijo recién emancipado (una experiencia cada día más escasa) LAS CROQUETAS BONITAS (CROQUETAS DE BONITO FRESCO), Con generosos tropezones de atún fresco cortado en dados y una bechamel cremosa y muy trabajada, se consigue que coman pescado rico hasta los que juraron amor eterno al jamón. El acertado rebozo y la fina fritura, de alumna y directora, lograron que no diera tiempo ni a dejar testimonio gráfico de su efímera existencia en el plato.

En la costa de Cantabria, el SORROPOTÚN es una institución. Un plato fuerte para gentes que trabajan duramente en el mar. En él se reune lo mejor de la cocina familiar: un buen sofrito, unas patatas cortadas en paisana y unos tacos de buen lomo de bonito, que solo ha de permanecer 2 minutos en la cazuela antes de apagar el fuego. Presentado en cazuelita de barro y con cuchara de madera, podría ser un monumento del recuerdo del buen comer.

Pero el bonito no es solo ingrediente de la cocina tradicional. El cuidado en la presentación, típico de la cocina actual de prestigio, hace paradójico el nombre respecto a la belleza del plato y la elegancia de sus sabores. Es EL BONITO PALETO (ENTRECOT DE BONITO A LA PLANCHA CON SALSA DE TINTA DE CALAMAR, ANGULAS Y ACEITE DE ENELDO, que pondrían los prolijos modernos en sus cartas, tan llenas de palabras como faltas de creatividad linguística). En definitiva un plato bonito, aunque sea atún, paleto por la negra boina de tinta y con su rabo de angulas (que normalmente serán unas gulas al ajillo). En el plato puede quedar más o menos así:
El cocinero docente pasó unas horas inolvidables en esa ALACENA DE SABORES. Los alumnos de fino paladar están convocados a una nueva experiencia, "subir a las cumbres de la Cocina de Gredos". Si se apuntaran...



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