domingo, 15 de enero de 2012

MENÚ PARA EXAMEN

Un restaurante de éxito ha de ofrecer a sus clientes un menú variado y sugerente...
La cocina creativa española también se expresa en las cartas... como se aprecia en este ejemplo.

jueves, 5 de enero de 2012

PUERTO SAGUNTO, EMPEZAR DE NUEVO

En tiempos de crisis, resulta apetecible conocer a supervivientes natos... por si se aprende algo de ellos.
Desde hace 2.500 años, los habitantes de la comarca del Morvedre, han sobrevivido a todo tipo de crisis. Los íberos crean y amurallan Arse.
 Los cartagineses la destruyen. Los romanos la reconstruyen como Saguntum más grande y poderosa.
 Los godos la destruyen. Los moros la reconstruyen y la llaman Morvite, pero se apalancan en Valencia. Jaime I la conquista y la llama Morviedro. Las guerras la machacan (Germanías, Independencia, Carlistas). Los románticos le cambian el nombre por Sagunto y la filoxera arruina sus afamados viñedos. Se pasan a las naranjas y los nacionalistas vascos traen la siderurgia a principios del siglo XX.
 La crisis de los 80 y el gobierno socialista les cierra la siderurgia para que en Bilbao solo pasen los lunes al sol y ellos toda la semana. Les dejan solo un equipo de fútbol, el Acero, y un economato en ruinas. Se pasan al cemento y los ascensores. Siguen viviendo. Son más de 66.000, la mayoría viven en Puerto Sagunto, allí tienen una plaza dedicada a Marcelino Camacho. Son buena gente. Hay que ir a verlos.
El Puerto de Sagunto, tiene una coqueta playa de un kilómetro de largo, entre el delta del Palancia y el puerto propiamente dicho, y un mercadillo, jueves y sábados, serpenteando por sus calles de más de dos.
Refrescado el fondo de armario, vuelves a la Avenida del Mediterráneo (Paseo Marítimo) para refrescar el cuerpo con unas patatas bravas de lujo en la terraza del Vistamar, un bar regentado por chinos que bordan el tapeo tradicional español. Ya puestos, sigues hasta el final de la avenida para comer en el restaurante más popular entre los saguntinos, "La Tagliatella de Sagunto". Una franquicia de cocina italiana con excelente pasta fresca, estupendas ensaladas y ricos postres, todo en raciones exageradas que hay que compartir, lo que hace que salgan a cuenta los precios. Los hay por toda España.
El banquete transalpino exige cruzar el seco Palancia para descubrir la fastuosa playa de Canet de Berenguer.
De vuelta a Puerto Sagunto, al final de la Calle Córcega, está el Hotel "Vent de mar", recomendado por la guía Michelin y con un personal de recepción y encargada de desayunos encantadores.
 "Vent de mar" es un lugar adecuado para despedir el año con una cena romántica en la habitación a base de marisco (el pulpo memorable), anchoas y salmón ahumado noruego con caviar de mujol, paté de canard con queso de cabra a las finas hierbas y jamón ibérico, todo del Mercadona.
Vale, las copas de champán son para beber sidra "El Gaitero", pero ¿y lo bien montado que está? Para algo ha de servir ser aprendiz de cocinero.
Vencida la noche y el triste año 2011, nos vamos a Valencia para recibir al primer sol del nuevo año de la esperanza en sus plazas...
en su fallero belén del ayuntamiento...
en sus puentes sobre el parque que fue cauce del Turia...
para desembocar en los restaurantes de la playa de la Malvarrosa donde comerse al nuevo sol, dorado y jugoso, en forma de paella valenciana.
Luego, para bajar el sol, del cielo y de la panza, no hay como un paseo por la playa.