martes, 4 de octubre de 2011

CAMBALACHE EN EL ARLEQUIN

Dice la amiga de una amiga que Santiago Urrialde es vecino de Villanueva de la Cañada.
Como hay que apoyar a los vecinos, nos fuimos de "paganinis" a ver "Cambalache"... y no nos arrepentimos.
La obra es un entremés largo, lo que los modernos llaman "sitcom" (comedia de situación) en un teatro pequeñito, lo que hace a la obra mucho más agradable cuando tienes a los actores tan cerca.


Vamos que te vas a reir, sí o sí.

Destaco lo de "paganinis" porque en la sesión del lunes, hubo un aluvión de famosos, conocidos y familiares, y nosotros. Pero todos quedaron eclipsados, cuando, justo delante de nosotros, se sentó la grandiosa pequeñita, Lina Morgán. Allí estaba, en la fila 2. Tan señora como siempre, se dejó fotografiar para los seguidores de este blog.


Su presencia impone. Y se impuso a los actores que se empeñaron en dar lo mejor de si mismos. Cuando llegaron los aplausos, todos ellos no apartaban la mirada de la ilustre invitada... que les aplaudió a rabiar.
Que me perdone el autor, pero ayer los actores estuvieron por encima del texto (el video promocionaol que han visto está mucho peor interpretado que la función de ayer). 
Tal vez ustedes crean, por sus actuaciones televisivas, que no dan la talla para sacarles a ustedes el dinero del bolsillo. Se equivocan. 
Emma Ozores, muy esbelta, usó, y hasta abusó, de su registro de voces, incluyendo la inevitable imitación de la jerigonza de su padre, para provocar las risas.

Nuestro "presunto" vecino, Santiago Urrialde, me sorprendió. es más actor de lo que aparenta en las bufonadas de su pasado en televisión.
 
 El catalán Ferrán Botifoll, sorprende por su genial bis cómica y la interpretación que ofrece su nariz. El momento en que su imagen es una mezcla entre ET y "El jovencito Frankestein" arrancó una sonora carcajada. Muy gracioso, aunque no lo parezca en su cara real.

 
El madrileño, aunque no lo pareza por su nombre, Vicente Renovell, compone el personaje del policia como lo exige la obra.

Solo nos falta el quinto actor de la noche, Nelson Dante, el guarda jurado. No se prodiga en internet, lamentablemente (no he encontrado ni pista ni foto de él). Una lástima, porque pone el punto de brillo a la función bailando y cantando en directo. Ya que no pueden verlo, oigan al autor del famosísimo tango, Enrique Santos Discépolo y se les pondrá el vello de punta.

Y si no se os salta una lágrima es que tenéis la sensibilidad de una almeja. 
Álvaro Sáenz de Heredia, el autor y cineasta, nos presenta un "vodevil" para que luego en casa, o en este blog, oyendo Cambalache nos demos cuenta que la comedia no tiene ni puñetera gracia.
La misma poca gracia que tiene el parking de al lado, muy bonito, muy decorado, muy musical... ¡Y muy caro! ¡Nos costó el parking más que la entrada al teatro!

Si van a verla, cojan el autobús y el metro.

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